El Ayuntamiento de Lucena acometerá la reurbanización de la calle Pedro Abad, en el tramo que discurre desde la calle El Carpio hasta la avenida de la Guardia Civil, como parte del plan de mejora de la zona Oeste de la ciudad diseñado para eliminar los puntos proclives a inundarse en episodios de aguaceros.
Con un montante presupuestado global de 281.169 euros, la concejal de Obras e Infraestructuras, Mamen Beato, ha explicado que la actuación proyectada sobre esta vía urbana se divide en dos actuaciones independientes: la primera de ellas a financiar con recursos propios y que tiene como objetivo renovar la red de saneamiento y alcantarillado, y la segunda incluida en las obras PFEA 2019 orientada a renovar el pavimento y el resto de redes de servicios públicos.
Respecto a la primera de estas actuaciones, el Ayuntamiento lucentino acaba de iniciar el procedimiento de licitación, abierto con un precio de inicio de 96.747 euros (IVA incluido) y con un periodo para la presentación de ofertas hasta el 25 de septiembre. A esta primera actuación, que tiene como plazo de ejecución de 2 meses, se le dará continuidad con una segunda fase de obras, que se ejecutarán con cargo a programa PFEA y que debe iniciarse antes de final de año con una cuantía de inversión de 184.422 euros.
En comparecencia ante los medios, Mamen Beato ha explicado que el origen de esta actuación se sitúa en los diferentes estudios de diagnóstico topográfico y topológico encargados por el Ayuntamiento para detectar que puntos de la red de alcantarillado ocasionaban los problemas de inundaciones por falta de capacidad.
“La intervención que contempla este proyecto no se encuentra completamente integrada en los este trabajo, puesto que la calle Pedro Abad se localiza en el límite de la zona objeto de los estudios”, ha comentado Beato, no obstante “para la redacción del proyecto se han utilizado como datos de partida los de los de este trabajo, complementándolos con otros trabajos de campo y de gabinete necesarios”.
Según este diagnóstico de la red realizado en 2018, el saneamiento actual del tramo de calle objeto de intervención corresponde a una tubería de hormigón de 300 mm. de diámetro que resulta complemente insuficiente para vehicular los caudales correspondientes a las aguas de escorrentía generadas en las cuencas vertientes a la misma. Las obras proyectadas supondrán la sustitución de este sistema de saneamiento por unas nuevas infraestructuras, de mayores dimensiones y nuevos materiales, con idea de poder atender un mayor caudal de aguas de lluvia a “efectos de evitar nuevos problemas de acumulación de agua como los sufridos hace un par de semanas”.