Los sindicatos CCOO y UGT se han concentrado hoy ante la sede de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) para protestar por la actitud de la patronal ante la propuesta de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una reducción que, insistieron, ya toca después de 40 años de jornada laboral a 40 horas semanales. Para ambos sindicatos, sobran los motivos para recortar la jornada laboral y por ello, dicen no entender la postura que mantiene la patronal, que se niega a negociar.
La secretaria General de CCOO de Córdoba, Marina Borrego, señaló que “después de 40 años, la reducción de la jornada laboral es un derecho más que adquirido y creemos que la patronal está siendo muy cicatera y al señor Garamendi (se refiere a Antonio Garamendi, presidente de la CEOE) deberían darle vergüenza las declaraciones que ha hecho, que responden a políticas neoliberales y que de lo que habla es que el Fisco no tenga el dinero que debe tener. Pues al señor Garamendi le decimos que en Córdoba, ahora mismo, se hacen 26.000 horas extra semanales no pagadas y no descansadas. Eso significa que cada trabajador y trabajadora deja de percibir semanalmente 114,8 euros, o lo que es lo mismo, casi 6.000 euros anuales por los que las empresas no están cotizando; más beneficios para las empresas”.
El secretario general de UGT Córdoba, Vicente Palomares, expresó que “no entendemos cómo desde la patronal se pueden oponer a esta rebaja cuando mucha de la industria que está trabajando en España lo está haciendo a 38,5 horas, que es el primer paso de esa rebaja horaria para luego pasar a las 37,5 horas”. Asimismo, señaló distintos estudios que, según indicó, “vienen a avalar que las empresas que han rebajado ese cómputo horario tienen una mayor producción”. Y aludió a la satisfacción de las personas trabajadoras cuando van a cumplir su jornada como importante para el rendimiento a la vez que denunció que muchos trabajadores, cuando tienen el turno partido, “esas 8 horas de trabajo se convierten en 10 u 11, con lo cuál la conciliación familiar es imposible”.
En este sentido, la dirigente de las Comisiones Obreras hizo hincapié en que “tenemos que hacer un reparto ya de la jornada. Estamos hablando de que anualmente los empresarios cordobeses se están quedando con 3 millones de euros de los trabajadores y las trabajadoras y por eso es de justicia que se implante la jornada de 37,5 horas, para que se cree empleo, porque lo que estamos haciendo es abusar de los trabajadores y trabajadoras y precarizar el empleo. Ya es hora de que esto se revierta porque todos queremos poder conciliar la vida laboral y familiar y porque es un deber de la sociedad establecer una jornada laboral digna para todos”.
El secretario general ugestista subrayó que “las 37,5 horas abre la posibilidad de que esas jornadas partidas se conviertan en muchos casos en jornadas continuadas”. Del mismo modo, Palomares aseguró que “donde hay un horario más bajo el absentismo se reduce, las enfermedades psicosociales bajan de forma importante”, y finalizó indicando que “hablar de esta rebaja es hablar de justicia social después de 40 años a 40 horas semanales, cuando en este tiempo los sistemas productivos han mejorado dando mayores beneficios y, con esto, estamos pidiendo, de alguna forma, un reparto de beneficios en conciliación, a la vez que propiciando la generación de empleo, por lo que no entendemos la postura de la patronal”.