La Diócesis de Córdoba ha destacado este viernes que "los datos relativos a la Campaña de la Renta de 2020 (IRPF 2019) registrados por la Delegación de Hacienda demuestran un aumento de 3.694 declaraciones de la renta a favor de la Iglesia en Córdoba".
Así, según ha informado la Diócesis, "si en la campaña de 2019 el 43,58 por ciento de los contribuyentes cordobeses marcó la equis a favor de la Iglesia, en 2020 ese porcentaje ascendió al 43,81 por ciento y representa un crecimiento interanual del 0,23 por ciento".
En concreto, en la campaña de 2019 un total de 151.295 cordobeses marcaron la 'X' a favor de la labor social de la Iglesia en su declaración de la Renta, mientras que en la campaña de 2020 se registra un aumento de esta asignación tributaria con 154.989 declaraciones.
En cuanto el importe asignado, los datos relativos a la Campaña de la Renta 2020 (IRPF 2019) reflejan un importe total de 3.877.754 euros, una variación positiva de 162.415 euros respecto a la campaña 2019, que arrojó una asignación económica de 3.715.339 euros.
La cantidad percibida por la Diócesis se destina íntegramente a los fines que le son propios: la atención pastoral y labor evangelizadora, el sostenimiento del clero, el mantenimiento de los lugares de culto y las obras de piedad y caridad.
Este importe, junto con los del resto del Estado, se recibe por la Conferencia Episcopal Española (CEE), que los distribuye entre las distintas diócesis españolas a través del Fondo Común Interdiocesano, según criterios acordados entre todas, permitiendo la solidaridad y comunión con las diócesis más pequeñas y con menos recursos.
La CEE ha publicado recientemente los datos de la asignación tributaria registrados a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta de 2020, en el que se apunta que más de 8,5 millones de contribuyentes eligen destinar a la Iglesia el 0,7 por ciento de su cuota tributaria por IRPF.
En este balance anual se demuestra un aumento de las declaraciones del IRPF del 5,85 por ciento con respecto al año anterior y destaca la cantidad destinada por los contribuyentes a la Iglesia católica, que alcanza los 301 millones de euros.