El Hospital Universitario Reina Sofía aplica la radioterapia intraoperatoria en pacientes con lesiones tumorales en las dos mamas durante la misma sesión quirúrgica. Se trata de un avance importante, especialmente para las pacientes, que reciben un tratamiento integral en una misma intervención. Para ello, es necesario el trabajo de un equipo multidisciplinar compuesto por cirujanas, radiólogos, enfermería, oncólogo radioterápico, anestesistas, rafiofísicos y patólogos, que se encargan de extraer la masa tumoral, resecar y aplicar la radioterapia en el lecho de la zona afectada en los dos senos.
Gracias a este avance, el hospital evita que la paciente tenga que someterse a dos operaciones -una por cada mama- y que se reduzca una media de entre 15 y 25 el número de sesiones de radioterapia externa que tendría que recibir tras la intervención. Esta última es la principal ventaja de la radioterapia intraoperatoria que el hospital incorporó como técnica en junio de 2017, junto con la reducción de posibilidades de que la paciente presente una recidiva -ya que ofrece alta intensidad en una zona muy localizada-.
Según apunta la responsable de la Unidad de Oncología Radioterápica, Amalia Palacios, “desde que comenzamos a utilizar la radioterapia intraoperatoria hemos podido mejorar la calidad de vida de 250 pacientes. Ahora, damos un paso más con las pacientes que presentan lesiones tumorales en las dos mamas, intentando ofrecerles un tratamiento de precisión, con buenos resultados y menos invasivo, todo ello en un solo acto”.
Se trata de una intervención compleja en la que el trabajo en equipo entre las diferentes especialidades es clave. Cada paso ha sido analizado y planificado al milímetro para garantizar la seguridad de la paciente, dar respuesta a las situaciones que puedan desarrollarse durante la intervención o el tiempo de duración, ya que el objetivo es que la paciente permanezca el menor tiempo posible en quirófano, a pesar de ser un procedimiento largo. Para ello, dos cirujanas trabajan a la vez, una en cada seno, apoyadas en todo momento por el resto del equipo. Una vez extraída y resecada la masa tumoral, llega el turno del oncólogo radioterápico que aplica el tratamiento -radioterapia intraoperatoria- teniendo en cuenta las características específicas de cada lesión –tamaño, zona resecada, etc.-.
El primer caso tuvo lugar en febrero y, desde entonces han sido dos las pacientes que han podido beneficiarse de esta técnica. En este punto, la doctora Palacios insiste “es importante no generar falsas expectativas, ya que el perfil de pacientes candidatas para recibir este tipo de tratamiento es muy selectivo”.
Con este nuevo avance, la Unidad de Oncología Radioterápica sigue ampliando las posibilidades de los pacientes. Así, el hospital ha ido incrementando la cartera de servicios de la radioterapia intraoperatoria desde que se adquirió el equipo –Intrabeam- y, durante este año, su aplicación se ha extendido a otro tipo de tumores, gracias a la colaboración con otros equipos clínicos como Cirugía General y Digestiva o Neurocirugía, entre otros. Así, además del tratamiento del cáncer de mama, el equipo es utilizado para el abordaje de determinados tumores abdominales y cerebrales (estos últimos dentro de un ensayo clínico).