El Hospital Universitario Reina Sofía es el primer centro andaluz en incorporar la robótica a la cirugía pediátrica. Este hito se produjo en mayo y desde entonces han sido cuatro los niños operados con el robot, con edades comprendidas entre 1 y 8 años y con resultados satisfactorios. Con esta incorporación, el complejo sanitario cordobés abre camino en el campo de la cirugía robótica pediátrica (ya que hasta ahora solo los pacientes adultos se podían beneficiar) y se suma a la red de centros a nivel nacional que actualmente ofrece en este tratamiento, que son el Hospital Vall d’Hebron y el Clínico de Madrid. A nivel internacional, la cirugía pediátrica robótica ha ido creciendo progresivamente desde que en 2005 se iniciara este camino en los Estados Unidos.
A la presentación de este nuevo logro han acudido una representación del equipo multidisciplinar que lo hace posible y también la Dirección del hospital. Los pacientes intervenidos con el robot han podido disfrutar de las ventajas que permite esta tecnología, que son similares a las que aporta en adultos: más precisión para el cirujano, reducción de los riesgos propios de la cirugía (como el sangrado), acorta la duración de la intervención y también de la recuperación y facilita que el paciente vuelva a casa antes (los niños intervenidos han registrado una estancia media de 48 a 72 horas).
Al igual que en adultos, las primeras indicaciones para operar con el robot también han sido en urología. La directora de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario Reina Sofía, Rosa María Paredes, señala que “hemos empezado a utilizar el sistema robótico para tratar patologías urológicas en la infancia y conforme acumulemos experiencia ampliaremos las indicaciones a otras patologías”. Concretamente, los procedimientos operados han sido dos pieloplastias, una nefrouterectomía y una heminefrectomía. La intención es, después del verano, poder operar por robótica patologías digestivas en la población pediátrica.
Ventajas
Además, la doctora Paredes, que se ha mostrado muy contenta con los primeros resultados, insiste en los beneficios de estas intervenciones como “la ausencia de temblor, visión 3D, mejor ergonomía y mayor articulación y variedad de movimientos, algo clave en la asistencia al paciente pediátrico por su pequeño tamaño”. En estas intervenciones participa un equipo multidisciplinar de profesionales: cirujanos pediátricos, anestesistas, enfermería, técnicos de cuidados de enfermería, etc. Alberto Parente y José Ignacio Garrido son los cirujanos pediátricos que han llevado a cabo estas cirugías (han recibido formación específica durante varios meses hasta obtener la acreditación necesaria).
Para el doctor Parente “la experiencia es sin duda muy positiva por todas las ventajas que ofrece al paciente: por la seguridad y precisión que nos aporta la movilidad del instrumental robótico; la visión tridimensional, que nos permite valorar mucho mejor la morfología durante la intervención y la gran accesibilidad que nos ofrece en áreas del cuerpo de difícil acceso en cirugía convencional”.
De igual forma, el cirujano ha explicado que esta técnica también implica ciertas dificultades que tendrán que ir resolviendo poco a poco. En este sentido, aclara que, “el mayor reto al que nos enfrentamos es adaptar el sistema Da Vinci al tamaño de nuestros pacientes, especialmente a los más pequeños. El robot te permite una movilidad dentro del paciente impensable en la cirugía laparoscópica, pero debemos lograrla sin aumentar el número ni el tamaño de las incisiones y adaptando la movilidad de los brazos del robot al pequeño tamaño del abdomen de un lactante. Lograr los mismos resultados en niños y en particular en menores de 3 años, sin aumentar la morbilidad, es un gran reto para los cirujanos pediátricos y de ahí la importancia de que los primeros pacientes hayan sido niños menores de 3 años”, explica el cirujano.
Acompañamiento familiar
Aunque los pacientes sean niños, las cirugías robóticas se realizan en el bloque quirúrgico del Hospital General. Por ello, la jefa de Anestesia, Pilar Pérez Navero, explica que “hemos definido un circuito especial para que la preparación previa a la cirugía y la recuperación se realice en el Hospital Infantil y puedan estar acompañados por sus papás el mayor tiempo posible”. Otros cuidados que se tienen en cuenta en estos casos están relacionados con la seguridad, “cubrimos con una protección especial al paciente para evitar el contacto de los brazos del robot con su cuerpo”, detalla la anestesista.
Finalmente, con algo más de cuatro años de experiencia, el Hospital Reina Sofía suma un nuevo campo quirúrgico a la cartera de servicios de la cirugía robótica, que hasta ahora se practicaba en Urología, Cirugía General y Digestiva, Cirugía Torácica, Otorrinolaringología, Ginecología y ya también en población pediátrica. Según ha destacado la directora gerente del centro, Valle García, “éste es el camino que nos marcamos al inicio, en 2018, y que nos ha permitido en muy poco tiempo no sólo situarnos en el panorama nacional como uno de los centros referentes en formación en esta práctica en determinadas intervenciones, sino también adquirir otro equipo, ampliar nuestra cartera de servicios y, lo más importante, acercar las ventajas de la cirugía robótica a más pacientes”.