El Hospital Universitario Reina Sofía registra una media de tres ingresos medios al día de pacientes con ictus, una cifra que ejemplifica la incidencia de este tipo de accidente cerebrovascular y la importancia de adoptar hábitos de vida saludables que ayuden a prevenir los factores de riesgo. Hoy es el Día Mundial del Ictus y los especialistas de la Unidad de Neurología del hospital inciden en la necesidad de concienciación de la sociedad para reducir las cifras de pacientes con esta patología.
En 2018 el hospital ponía en marcha la Unidad específica de Ictus, que se ubica próxima al servicio de Urgencias para, precisamente, reducir al máximo el tiempo de asistencia a un paciente que está sufriendo un ictus. Desde entonces son más de 3.300 las personas que han sido atendidas en estas infraestructuras, en las que se administran más de 200 tratamientos urgentes (fibrinólisis intravenosas y trombectomías mecánicas) en pacientes con ictus agudo.
La parte positiva es que las mejoras organizativas, de infraestructura y tratamiento están permitiendo obtener unas cifras muy alentadoras en la calidad de vida de los pacientes. Así, del total de pacientes con ictus agudo que reciben tratamiento urgente eficaz, más del 60% logran ser independientes para las actividades básicas de la vida diaria a los tres meses del evento cerebrovascular.
Mejoras
‘Tiempo es cerebro’ es el lema de la campaña de sensibilización y prevención que las diferentes sociedades científicas y organizaciones impulsan para luchar contra esta patología y concienciar a la sociedad de la elevada incidencia que se está registrando “no podemos olvidar que el ictus a pesar de la pandemia sigue siendo en España la primera causa de muerte en la mujer y supone la principal causa de discapacidad grave en el adulto”, destaca Roberto Valverde, neurólogo responsable de la Unidad de Ictus del hospital. Además de las cifras, hay que tener en cuenta el impacto invalidante que el ictus puede generar en la vida de una persona.
Precisamente para seguir avanzando en la mejora de la asistencia, el hospital ha puesto en marcha una consulta específica dirigida a pacientes que han sido dados de alta tras sufrir un ictus, a fin de realizar un seguimiento personalizado que favorezca su recuperación. Por otro lado, también se están desarrollando en estos momentos unas obras de adaptación en un espacio próximo a la Unidad de Ictus y a la sala de TAC, donde se ubicará la sala de Neurorradiología vascular, con el objetivo principal de reducir lo máximo posible el tiempo para aplicar un tratamiento urgente en pacientes con ictus.
En esta línea Maite Cáceres, directora de la Unidad de Neurología explica que “se trata de una gran mejora que revertirá en la calidad de vida de nuestros pacientes y de sus familias, ya que no podemos olvidar que cada minuto que transcurre en un ictus se pierden aproximadamente 2 millones de neuronas y es nuestra obligación concienciar a la población de que el “tiempo es cerebro”, así como de adoptar todas aquellas iniciativas que estén en nuestra mano para ofrecer al paciente el tratamiento adecuado en el menor tiempo posible”.