La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha ampliado en un mes el plazo para la presentación de las ayudas dirigidas a inversiones materiales e inmateriales en transformación, comercialización o desarrollo de nuevos productos agrícolas en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020.
En el actual contexto de dificultades derivadas de la crisis sanitaria del Covid-19, se considera pertinente ampliar este plazo de un mes de acuerdo con el artículo 32.1 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas. La fecha límite de presentación será, por tanto, el 9 de enero de 2021.
Las ayudas a la industria agroalimentaria andaluza ascienden a un total de 82 millones de euros y contemplan tres líneas de ayudas, una para pequeñas y medianas empresas, otra línea para grandes empresas y otra específica para el sector del olivar.
La primera de las líneas, dirigida a las pymes agroalimentarias con excepción del olivar, así como de las pesqueras (que tiene sus convocatorias de líneas de ayudas específicas), cuenta con un montante total de 30 millones, mientras que las ayudas a las grandes empresas disponen de una partida de 20 millones. Finalmente, a las industrias del sector del olivar, que incluyen tanto a la oleícola como a la aceituna de mesa, se destinan otros 32 millones de euros.
En esta convocatoria se han modificado las bases reguladoras para que se puedan incentivar más proyectos tanto del sector cooperativo como de empresas privadas. El Gobierno andaluz ya amplió el presupuesto de la resolución definitiva de la convocatoria de 2018 para que entraran las que habían quedado en lista de espera y solo quedaron sin atender ocho proyectos del sector cooperativo y cuatro del sector privado.
La industria agroalimentaria de la comunidad constituye una actividad de primera magnitud en la estructura productiva regional, pues supone el 20% del total de industrias de Andalucía y el 24% del empleo generado por la actividad industrial en la región.
Este tejido agroindustrial está constituido, en términos generales, por empresas de pequeño tamaño, pero de una gran importancia en la generación de empleo y a la hora de fijar la población al territorio. Estas empresas avanzan, cada vez más, en la mejora de su competitividad, sostenibilidad, innovación, internacionalización y en calidad de los productos, así como en la incorporación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).