Para conocer en más detalle ese uso problemático en la provincia de Córdoba, las profesoras del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba e investigadoras del grupo Comportamientos de Riesgo, Salud y Seguridad Laboral Rosario Ruiz Olivares y Valentina Lucena Jurado han puesto en marcha un proyecto en el que estudiarán el comportamiento que jóvenes de 10 a 22 años (esto es, desde la edad en la que suelen recibir el primer teléfono, hasta que se encuentran en la Universidad) hacen de Internet, el móvil, los videojuegos, las redes sociales y las apuestas (tanto online como presencial). Además, estudiarán el bienestar psicológico y el control parental.
El proyecto nació en un encuentro virtual sobre adicciones conductuales que se organizó en el marco de la Noche Europea de los Investigadores de 2020 al que asistió el presidente del Consejo Social de la UCO Francisco Muñoz Usano, quien se interesó sobre el tema y propuso realizar una investigación en esa línea. Actualmente, el estudio se encuentra en la fase de recogida de información a través de una encuesta online.
Si se ha mentido a gente cercana sobre la cantidad de tiempo que se juega a apuestas, con qué frecuencia se desatienden actividades importantes (escuela, familia, deportes) por jugar a videojuegos o en qué medida existe irritación o mal humor por no poder conectarse a las redes sociales, son algunas de las cuestiones a responder en una encuesta que incluye preguntas validadas por la investigación y estructurada en cinco bloques: apuestas on-line, videojuegos, bienestar emocional, redes sociales y pautas de comportamiento con la tecnología.
La idea es profundizar más en esos comportamientos que, excepto para el juego y los videojuegos, aún no están clasificados como adicciones sin sustancias, sino que quienes trabajan con ellos prefieren habar de tendencias adictivas, uso problemático o abuso. Pero más que centrarse en el medio en sí, el proyecto pretende ahondar en el uso que se hace de ellos. “No es el medio con el que te conectas, sino más bien lo que haces cuando te conectas”, afirma Ruiz Olivares. Y en la actualidad el uso de las tecnologías está relacionado con la satisfacción y la recompensa a nivel de interacción social y puede generar consecuencias negativas en las personas: falta de control ante la actividad, dejar de hacer otras tareas importantes, efectos en el sueño o la alimentación, impulsividad, irritabilidad, frustración, ciberbulling, sexting, grooming...
Tras la fase de recogida de información, el equipo procederá a la evaluación de los datos para realizar un informe que permita diagnosticar cómo la juventud cordobesa está empleando las tecnologías. Pero el proyecto no finalizará ahí, pues Ruiz Olivares y Lucena Jurado esperan que el proyecto sirva para realizar acciones preventivas por distintos actores sociales. “La idea es que se puedan desarrollar acciones preventivas muy concretas y muy específicas en base a los datos de qué menores tienen el riesgo”, sostiene Lucena Jurado. Esto permitirá tomar medidas más focalizadas en los problemas y los usos concretos con las tecnologías de las y los menores y que vayan más allá de la prohibición generalizada del uso de los móviles, una posición que en la actualidad también tiene sus partidarios y sobre la que ya se están tomando medidas.
El proyecto está financiado por la Diputación de Córdoba y el Consejo Social de la UCO, con la colaboración de Fundecor y la ayuda de la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y de Universidad, Investigación e Innovación en Córdoba de la Junta de Andalucía, que ha facilitado el acceso a la muestra.