La situación de confinamiento en todo el país está deparando imágenes insólitas en las que se invierte la noción de realidad que hasta ahora teníamos. Mientras los humanos permanecen encerrados en sus casas, los animales han tomado en muchos casos primero las carreteras y luego las calles. La ausencia del ruido que genera la movilidad humana en el día a día ha rebajado el miedo de esos animales y muchos, quién sabe si atraídos por un instinto de curiosidad, se han acercado al casco urbano. Ya se habían visto algunos ejemplos de este comportamiento anómalo en varias ciudades españolas. Ahora la situación se ha repetido en Rute. Un grupo de cabras montesas ha abandonado su hábitat natural en plena sierra y se ha dirigido al municipio.
Los cinco ejemplares han acabado en el IES Nuevo Scala, donde se han encaramado al techo del pabellón deportivo. Según ha explicado el jefe de la Policía Local, Antonio Flores, los animales ya han sido rescatados y devueltos al entorno de la sierra. Como ha recordado, ahí sí es muy común su presencia a lo largo de todo el parque de la Subbética. Flores ha hecho mención a otros episodios similares, como una vez en que una bandada de buitres sobrevoló el municipio. Sin embargo, confiesa que no tiene constancia de que en las calles de Rute se hubieran visto cabras montesas con anterioridad.
Lejos de alarmarse, el jefe de la Policía intenta ver el lado positivo de esta anécdota, que en definitiva se ha producido porque la población está respetando el confinamiento. Tras la entrada en vigor de la fase cero, Flores venía insistiendo en la dificultad actual de comprobar cómo la ciudadanía se cumple ahora la normativa. Si los primeros días de esta fase cero había asistido a un aumento del tráfico, en las últimas horas parece que se ha invertido la tendencia y vuelven a verse menos vehículos circulando por la vía pública.