La prolongada sequía que estamos sufriendo este año unida a las altas temperaturas que azotan a un verano especialmente caluroso está afectando y de qué manera al embalse de Iznájar. Y es que el mayor pantano de Andalucía continúa vaciándose a un ritmo preocupante, situándose a día de hoy al 37,31% de su capacidad.
Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), el pantano tiene embalsados 346,79 hm3 de agua sobre una capacidad total de 981. Las cifras son aún más significativas si se compara con años anteriores. La misma semana del pasado año, el embalse contenía 553 hm3, situándose al 56,37% de su capacidad (casi veinte puntos más que en 2017).
Sólo en la última semana, el embalse iznajeño ha perdido el 1,63% del agua embalsada (16 hm3). Si se compara el agua embalsada con la que había en la misma fecha hace una década, las cifras son aún más abultadas. Y es que hace diez años el pantano estaba al 63,69% de su capacidad, prácticamente el doble de lo que tiene actualmente.