Iznájar se manifestó el pasado sábado ante la situación de abandono al que las administraciones tienen sometido a este municipio.
Unas cuatrocientas personas mantuvieron cortado el tráfico de la circulación en la carretera autonómica A333 a la altura del puente Fernández para protestar por la inacción de todas las administraciones ante las demandas históricas de este municipio.
El anuncio del inminente cierre del juzgado de paz por parte de la Junta y el Gobierno central, el estado calamitoso de las carreteras autonómicas y provinciales, la negativa a la construcción de un centro de salud que lleva años comprometido para Iznájar desde la Junta y la falta de mantenimiento del actual, la falta de respuesta ante las constantes peticiones de reunión a la Diputación por parte de la alcaldía, la lentitud en la resolución de los expedientes de dependencia y la necesidad de mayor número de plazas concertadas en la residencia de la tercera edad y centro de día son algunas de las razones por las que la población se echó a la calle el pasado domingo en una concentración cívica.
También por la falta de viviendas sociales que permitan a la juventud mantenerse en el pueblo, el aplazamiento de la Diputación hasta 2026 del proyecto de construcción de varias viviendas por parte del Ayuntamiento, el cierre de colegios rurales y la inacción en la reparación de los daños ocasionados en sus edificios por parte de la Junta, el estado ruinoso de la carretera del margen izquierdo del Embalse por parte de la Confederación hidrográfica del Guadalquivir y la ausencia de proyectos concretos que ayuden a los pueblos pequeños a frenar la despoblación.
Según ha declarado el alcalde del municipio, Lope Ruiz, "Iznájar ha hablado alto y claro, y esta manifestación no va contra ningún partido político sino en defensa de los intereses de todos los vecinos y vecinas de Iznájar ante la situación de inacción de todas las administraciones del estado".
Comerciantes y empresarios, trabajadoras de ayuda a domicilio, agricultores, colectivos y asociaciones y ciudadanos en general se congregaron en el puente Fernández para mostrar su repulsa a la actitud que están tomando las administraciones con este pueblo, y según han manifestado algunos de estos colectivos, están dispuestos a continuar las movilizaciones, en Iznájar o ante la puerta de las administraciones, en Córdoba, en Sevilla o en Madrid, hasta que se escuche a Iznájar y se garantice el mantenimiento de sus infraestructuras y servicios públicos.