La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, ha visitado las instalaciones de Núñez de Prado junto al presidente de esta empresa, Felipe Núñez de Prado, y a la alcaldesa de Baena, Cristina Piernagorda. Durante el recorrido, Crespo ha subrayado que esta firma oleícola, cuyos productos están amparados por la Denominación de Origen Protegida (DOP) ‘Baena’, es “seña de identidad de la calidad del aceite en el mundo” gracias al “gran trabajo que viene realizando esta familia”.
La responsable de Agricultura he subrayado que ‘Baena’ es la DOP oleícola decana de Andalucía y la más antigua de la provincia de Córdoba al contar ya con medio siglo de historia. Esta mención de calidad reúne 19 almazaras, 23 envasadoras y más de 20 comercializadoras de unos aceites de oliva virgen extra que se elaboran con las aceitunas recogidas en una superficie de olivar que ronda las 70.000 hectáreas. Su zona de producción comprende un total de ocho municipios cordobeses (Albendín, Baena, Cabra, Castro del Río, Doña Mencía, Luque, Nueva Carteya y Zuheros) y representa a unos 5.000 agricultores. Con una media de entre 150 y 200 millones de kilos de aceituna de producción, esta DOP es líder en volumen comercializado, valor económico y exportación.
Al respecto de las ventas internacionales, la consejera ha explicado que las exportaciones de aceite de oliva continúan creciendo en 2022. En concreto, en enero y febrero se ha exportado aceite de oliva andaluz por valor de 441 millones de euros, cantidad que supone un aumento del 15,4% respecto a los mismos meses del pasado año. Carmen Crespo ha resaltado que Córdoba es la segunda provincia exportadora de aceite de oliva con ventas por 116 millones de euros (+24,4% en comparación con enero y febrero de 2021), superada únicamente por el territorio sevillano.
Por otro lado, la consejera ha afirmado que “el sector agroalimentario andaluz está apostando por la diversidad y la calidad como nadie en el mundo” y ha apuntado la necesidad de “seguir ahondando” en el respaldo a un tejido empresarial como el del olivar, que “ofrece posibilidades económicas al mundo rural”. Al hilo de esta cuestión, ha vuelto a insistir en la necesidad de conseguir que la nueva Política Agraria Común (PAC) “sea una oportunidad y no un problema para nuestros agricultores”.