Representantes de las once ciudades europeas integradas en la red Agri-Urban se han reunido esta semana en Baena para cerrar este programa que ha liderado el Ayuntamiento de Baena durante los últimos 30 meses y que tenía como principal objetivo conseguir un entorno donde la producción agraria y la alimentación de la población puedan convivir en un escenario de sostenibilidad.
El alcalde de Baena, Jesús Rojano, ha explicado esta tarde que una vez concluida esta fase cada municipio debe trabajar en la implementación de su plan. En el caso de Baena considera necesaria la participación de todos los sectores de la sociedad: la hostelería, la agricultura, el mundo del olivar, las huertas, la corporación municipal y el resto de administraciones, ya que a su juicio con el trabajo conjunto será más factible el desarrollo de un plan de acción “ambicioso pero realizable”.
Rojano ha destacado la importancia de generar un sistema alimentario local teniendo en cuenta que “la cultura y la agricultura tienen un vínculo muy significativo en nuestro municipio”, de ahí que también haya apostado por aumentar el conocimiento y la formación sobre el aceite de oliva virgen extra y extender su consumo al mundo de la hostelería para seguir generando marca y valor añadido.
En los mismos términos se ha expresado, el experto líder de Agri-Urban, Miguel Sousa, quien ha agradecido el esfuerzo y compromiso de los integrantes de los grupos de acción local de cada ciudad y ha valorado la importancia de compartir e intercambiar conocimientos.
Por su parte, el concejal de Agricultura de la ciudad portuguesa de Fundao, Paulo Aguas, ha reseñado la importancia de apostar por el mercado de proximidad y ayudar a los productores locales incluyendo en la dieta productos de la tierra.
Además del acto de clausura celebrado esta tarde en el Museo Histórico y Arqueológico, durante este último encuentro también se ha presentado en el Rectorado de la Universidad de Córdoba la conferencia final del Proyecto Agri-Urban, tratándose temas como los circuitos cortos de comercialización y consumo, la compra pública, el acceso a la tierra y el fomento del emprendimiento y la formación.
De la misma forma, la treintena de representantes han tenido ocasión de conocer cómo se involucra la comunidad educativa en esta serie de cuestiones. Para ello han conocido la apuesta por los productos locales del comedor escolar del Colegio Valverde y Perales y el proyecto EcoEscuela del IES Luis Carrillo de Sotomayor, con el que los alumnos aprenden de forma práctica sobre los problemas del agua, la energía, el reciclaje y el entorno físico y urbano.
