Por más que muchos se empeñen en promulgar lo contrario, en una guerra no existen vencedores y vencidos. En un conflicto armado sólo hay perdedores, pues son fundamentalmente las familias y la gente civil quienes más pierden.
Uno de los episodios más cruentos de la Guerra Civil Española tuvo lugar en Cabra. Y es que en esta localidad de la Subbética se produjo un bombardeo similar al de Guernica, aunque no hubo ningún Pablo Picasso que pintase este desastre.
Quizás este sea uno de los motivos (que no el único) por los que buena parte de la población, incluso en nuestra comarca, desconocen el trágico suceso que tuvo lugar la mañana del 7 de noviembre del año 1938 en Cabra.
A poco más de cuatro meses para el final de la Guerra Civil, los frentes bélicos abiertos se situaban por el norte, muy lejos de esta zona ubicada en el centro de Andalucía. De ahí que militarmente hablando, el bombardeo que llevó a cabo la aviación republicana en Cabra no tuviese ningún sentido.
Los aviones dejaron caer sobre esta localidad de la Subbética una veintena de bombas, provocando un balance de 109 muertos y más de 200 heridos. Se calcula que cada aparato llevaba en sus bodegas unas dos toneladas de bombas de diverso tamaño.
La mayor, de 200 kilogramos, cayó en el Mercado de Abastos. Un artilugio similar detonó en la esquina de las calles Platerías y Juan de Silva. De todas las explosiones, la del mercado fue la más potente, resultando muertas en el acto 36 personas, más otras 14 posteriores a consecuencia de las heridas causadas.
El bombardeo, militarmente inútil y con gran número de bajas civiles, fue aprovechado por la propaganda de los nacionales. Entre los muertos, pertenecientes todos a población civil, se hallaban mujeres, niños, obreros y hortelanos.
El resultado de los bombardeos y la magnitud de la masacre fue recogido por el Noticiario Documental (NO-DO) -en su nº 10 (1938)-, instrumentalizándolo con fines propagandísticos. El ir y venir de la población aterrorizada a los hospitales también quedó recogida así como el amontonamiento de los cadáveres que fueron trasladados en carrillo e incluso, con capachos.
El parte de guerra del 9 de noviembre de 1938 recogía la versión franquista de los sucesos, con unos datos aún erróneos del número de aviones y de bajas:
La aviación roja, huyendo de los encuentros aéreos que tantas pérdidas le cuestan y alejándose de todo objetivo militar, lleva varios días dedicada a batir pueblos civiles de la zona nacional, lo más alejados posible de las actividades militares y desde los que les es fácil la huida.
Hoy correspondió la cobarde e inhumana agresión al pueblo de Cabra, en donde, en la madrugada, nueve aviones rojos han sorprendido a la población civil bombardeándola y causaron 86 muertos y 117 heridos, en su totalidad personas civiles y en gran número mujeres y niños.
La España Nacional, generosa y justa con los que engañados la han combatido sin crueldades, no dejará, sin embargo, sin sanción ni debida respuesta crímenes de esta naturaleza.
Este trágico suceso posiblemente sea uno de los episodios más tristes de la historia no sólo de Cabra, sino de toda la comarca. Por este motivo es importante que la sociedad actual conozca y aprenda sobre su historia y no olvide, entierre o ignore lo que, no hace tanto tiempo, ha ocurrido en las mismas calles y plazas que hoy transitamos.