La solidaridad de un pueblo se mide por los actos y colaboración de su gente, y en ello Carcabuey está en los puestos de cabeza. Buena parte de 'culpa' la tiene Carcabuey Ayuda, una asociación nacida en el año 2005 que viene desarrollando una labor encomiable desde hace más de una década y que poca gente conoce.
Desde el pasado mes de febrero, esta asociación ha iniciado una nueva etapa con la renovación de su Junta Directiva. Siete mujeres carcabulenses han cogido las riendas de Carcabuey Ayuda con el objetivo de dar continuidad al trabajo de estos años, ayudando a los más desfavorecidos y realizando proyectos de ayudas humanitaria en África y otros países necesitados.
Durante los últimos meses, se han organizado diversas actividades en la localidad como la venta de imanes durante la Pascua de los Moraos, la venta de palmas el Domingo de Ramos o la realización de un cuenta cuentos durante la semana del libro en el CEIP Ntra. Sra. de la Sierra de Cabra con el objetivo de recaudar fondos para financiar la construcción de una quesería en Mozambique, proyecto en el que están trabajando actualmente.
Este proyecto nació hace tres años por un grupo de personas solidarias que pidieron la colaboración de Carcabuey Ayuda y de otras organizaciones, y poco a poco se ha ido realizando todo lo necesario para implantar una pequeña quesería en el distrito de Macate, donde se halla la Escuela Agropecuaria de Marera. Desde principios de agosto y durante veinte días, un grupo de seis carcabulenses se encuentran en este lugar finalizando la instalación de las maquinarias necesarias para la puesta en marcha de la quesería y enseñando a los profesores de la escuela el procedimiento para la elaboración de los quesos.
“La quesería les va a ofrecer una nueva oportunidad de trabajo. Allí tienen muchas vacas pero no saben hacer queso, por lo que la leche se desaprovecha. En este proyecto lo más gratificante es saber que vamos a generar economía”, explica Virginia Muriel, presidenta de Carcabuey Ayuda.
El envío de la maquinaria y demás útiles que han sido adquiridos para la puesta en marcha de la quesería han sido enviados gracias a la ayuda de la Congregación de los Sagrados Corazones.
El pasado mes de mayo, la nueva Junta Directiva celebraba su primera reunión donde se aprovechaba para dar a conocer la nueva Junta Directiva o las nuevas vías de difusión de la asociación como son la creación de una página de Facebook (Carcabuey Ayuda) o un correo electrónico ([email protected]), así como poner en conocimiento de los asistentes la labor humanitaria que se está desarrollando en Mozambique.
Además, se animó a todas las personas que pudiesen estar interesadas, ya sean de Carcabuey o de otros municipios de la comarca, a hacerse socios y colaborar con una cuota anual de sólo 10 euros para poder seguir trabajando con el fin de ayudar e intentar colaborar para hacer un mundo más justo.
Colaboración con un orfanato en Tanzania
Pese a sólo llevar unos meses la nueva Junta Directiva, Carcabuey Ayuda no ha parado de trabajar en este tiempo. El pasado 20 de mayo, la ONG Moyoni de Tanzania les pidió ayuda de manera urgente. Esta organización la gestiona Mario Martos, un malagueño afincado en este país africano desde hace años.
La asociación contacto con él mediante Yeyes, una vecina de Carcabuey que en su viaje al Kilimanjaro el pasado año lo conoció y vio la labor que allí hacía. La ONG Moyoni ayuda, entre otros lugares de Tanzania, a un orfanato ubicado en el área Mto Wa Mbu al noroeste de Arusha.
En mayo se produjeron varias inundaciones que dejaron la zona devastada y con escasez de alimentos y de productos de primera necesidad como carbón para cocinar o agua potable segura. Carcabuey Ayuda hizo entonces un llamamiento urgente a los vecinos de la localidad y cualquier otro que quisiera ayudar haciendo un pequeño donativo, llegando a recaudar 400 euros en sólo un día que tenían de plazo para enviar el dinero.
La recaudación llegó y Mario compró todo lo necesario para el orfanato como agua, comida, ropa, carbón e incluso una hornilla para cocinar. Virginia Muriel define la experiencia como “inexplicable con palabras, pero de muchas emociones vividas. Recibimos un chute de energía y alegría difícil de comparar, pues las comparaciones son odiosas, pero que nos hizo ver como un pequeño grano de arena aquí puede hacer una pequeña duna allí”.
“La ayuda humanitaria es un mundo paralelo a nuestras vidas cotidianas. Hay muchas pequeñas organizaciones como la nuestra con las que queremos ponernos en contacto y poder desarrollar otros proyectos en otros sitios de manera conjunta, ampliar horizontes y poder ayudar a otras personas en otros puntos de África y otros países con necesidades”, concluye la presidenta de Carcabuey Ayuda.
En pleno siglo XXI, asociaciones como Carcabuey Ayuda son más necesarias que nunca ante un mundo cada vez más injusto, más cruel y más interesado. Una colaboración y una ayuda que, gracias a la solidaridad de los vecinos de Carcabuey, sirve para dibujar sonrisas de felicidad entre algunas de las poblaciones más necesitadas del continente africano.