La Subbética cordobesa es una comarca eminentemente agrícola, donde el olivar y la recolección de la aceituna es el sustento principal de un alto porcentaje de la población de nuestros pueblos. A falta de un par de meses para el inicio de la campaña, ya se trabaja en medidas a adoptar para evitar posibles contagios de Covid-19 entre los jornaleros o temporeros.
La Junta de Andalucía dictó el pasado 1 de septiembre una orden por la que se adoptan medidas preventivas de salud pública en la comunidad autónoma para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus en las explotaciones agrarias, forestales y agroforestales con contratación de personas trabajadoras temporales. Esta medida afecta a la próxima campaña de la recolección de la aceituna que se desarrollará en los municipios de la Subbética.
Los titulares de las explotaciones deberán tomar una serie de medidas para prevenir estos posibles casos de Covid-19, y detectarlos y actuar lo más rápido posible y con la mayor seguridad en caso de que se produzcan. La distancia de seguridad, el uso de mascarilla, la higiene respiratoria o la desinfección de manos son medidas básicas que se deben tomar.
Será necesario partir de las 'cuadrillas' como un grupo de trabajo estable sobre las que pivotarían las medidas preventivas. Sus integrantes deben estar físicamente separados tanto como sea posible y los grupos no deben mezclarse entre sí.
Se hará un uso individual de los útiles y equipos de trabajo. En caso de que no sea posible, se aumentarán las medidas de precaución bien desinfectándolos antes de usarlos, bien facilitando el lavado de las manos inmediatamente antes y después de haberlos usado.
Se escalonarán las distintas pausas o descansos mediante turnos correspondientes a las diferentes cuadrillas o grupos de trabajo. Los lugares designados para éstas serán espacios abiertos, o en su caso, con una ventilación adecuada en los que se mantendrá la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros.
Se prohibirán los sistemas de reparto de agua potable que conlleven un uso compartido. Se garantizará que la persona que tenga un diagnóstico confirmado de COVID-19, o sea considerado contacto estrecho de un caso confirmado, no acuda a trabajar.
Además, los empresarios agrícolas deberán habilitar alojamientos para trabajadores temporales agrarios que permitan el aislamiento de aquellos trabajadores contagiados o sospechosos, cuando así se contemple en la relación laboral.
Además de este protocolo general, la guía recomienda que cada explotación agropecuaria elabore un Plan de actuación específico frente al Covid-19. Contemplará todas las medidas que deban ser tomadas en los diferentes escenarios posibles y deberá prever la existencia continua de los materiales necesarios para que este programa pueda ser ejecutado y mantenido (cartelería informativa, materiales de protección personal y de limpieza y de desinfección).