Las mujeres y jóvenes de los cinco territorios implicados en el proyecto de cooperación Igualab - Guadalhorce (Málaga), Guadix (Granada), Pedroches y Subbética (Córdoba) y Zona Media (Navarra) – han tenido ocasión de compartir experiencias y de reflexionar de forma conjunta sobre la realidad en el mundo rural y los nuevos retos que se plantean para hacer de ella una realidad igualitaria. Se ha contado para ello con personas de gran experiencia que han hecho del Encuentro de Feminismo y Ruralidad, celebrado en Alhaurín el Grande (Málaga), el pasado mes de abril, una gran oportunidad para iniciar nuevos caminos.
Precisamente una de las conclusiones de este encuentro evidencia el enorme papel que tiene el asociacionismo en el mundo rural para una mayor visibilidad del feminismo. Un mundo en el que la desigualdades entre mujeres y hombres están, si cabe, más acentuadas que en los ámbitos urbanos. Y en el que hay que empezar a reivindicar la necesidad de hablar de una realidad diversa en la que el estereotipo de mujer rural no tiene cabida, porque las mujeres rurales son muchas y también diversas. Son algunas de las ideas que ponía sobre la mesa Fátima Cruz, doctora en psicología y parte de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de Valladolid, quien iniciaba su intervención resaltando la “invisibilidad de la diversidad en el mundo rural”.
El encuentro ha constituido el mejor marco para favorecer un interesante encuentro intergeneracional que, tal y como se ponía de manifiesto en la última de las sesiones de trabajo, es fundamental para cambiar el mundo. Así lo afirmaba Isabel Duque, conocida especialmente por su proyecto ciberactivista Psicowoman, quien afirmaba que “los diálogos intergeneracionales serán los que cambien el mundo” e insistía también en hablar de poderío frente a empoderamiento, utilizando el primero como guiño la cultura popular, rescatando de nuestra idiosincrasia ejemplos feministas cotidianos “porque somos muchas y diversas y cabemos todas”.
Una mayor visibilidad y un potente activismo presencial y online son las características fundamentales que definen esa cuarta ola del feminismo en la que la sociedad actual se encuentra inmersa y la que en la revolución masculina sigue siendo una tarea pendiente. Así lo evidencian actos como la sonada bofetada del actor Will Smith en la gala de los Oscar o la lamentable situación de guerra que atenaza a Ucrania. “El modelo hegemónico de masculinidad justifica todavía en la actualidad la violencia”, apuntaba Octavio Salazar, Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Córdoba. “Lo que busca el feminismo – el movimiento social más potente y global - es otra manera de definirnos como seres humanos y de establecer pactos de convivencia de nuestras sociedades modernas”. Es decir, es una propuesta de emancipación del ser humano “que busca acabar con la subordinación de las mujeres tanto como acabar con la presión que coloca sobre los hombres”, de manera que en ningún caso el feminismo debe de entenderse como una amenaza, como se intenta hacer creer desde algunos estamentos en una ruda reacción patriarcal frente a los avances feministas.
Asociacionismo, diálogo intergeneracional, diversidad, pero también políticas locales son imprescindibles para avanzar hacia una sociedad igualitaria. Se debe de fomentar, para ello, la participación de colectivos y descontextualizar tanto las políticas públicas como las infraestructuras sociales, “que son espacios que nos permiten comunicarnos y construirnos como personas”.
El ciclo de conferencias y talleres ha estado precedido por el acto institucional de apertura de las jornadas con la participación de representantes políticos y de los propios grupos de desarrollo rural que han promovido este. La concejala de Turismo de Alhaurín el Grande, Jessica Montoya, ha afirmado que Igualab es un “proyecto muy necesario para crear un espacio de aprendizaje y compartir experiencias”.
Además de las ponencias, el encuentro ha contado con talleres paralelos de diseño gráfico, teatro foro, radio y marichulismos en los que ha sido posible desde la elaboración de cartelería hasta la realización de un podcast.
Igualab es un proyecto de cooperación interterritorial financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y los gobiernos regionales de Andalucía y Navarra que tiene como objetivo “consolidar un modelo de desarrollo de nuestros territorios en el que la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres sea un eje central”. Nace como resultado de un análisis previo que pone de manifiesto que hay una migración selectiva de las mujeres hacia otros núcleos, donde encuentran mayores oportunidades de desarrollo profesional. Así las mujeres tienden, en mayor medida que los hombres, a abandonar el medio rural, una decisión que adoptan, entre otras causas, por “las menores oportunidades laborales, formativas, de ocio, de acceso a recursos y servicios y el mayor control social que existe sobre las mujeres en este ámbito”.