El Hospital Universitario Reina Sofía ha incorporado un nuevo equipo de radiología convencional destinado fundamentalmente a la atención de pacientes procedentes del área de Urgencias y, desde su puesta en marcha hace un mes aproximadamente, ha realizado más de un 5.000 de estudios en 2.181 pacientes. Las características del equipo introducen importantes ventajas relacionadas con la calidad de la imagen, la rapidez en la realización de estudios, la comodidad y la seguridad del paciente.
Una de las principales mejoras es el incremento de la calidad de la imagen. Para ello cuenta con diferentes softwares de tratamiento de la imagen y aplicaciones avanzadas que mejoran la calidad y visualización de estructuras y lesiones. Destacan en este sentido los algoritmos inteligentes que permiten resaltar estructuras pequeñas y el contraste de los tejidos; ofrece también la posibilidad de eliminar artefactos producidos por objetos metálicos o movimiento y cuenta con un software específico para mejorar la visualización de sondas y catéteres. A todo ello se suma “la posibilidad de realizar tomosíntesis (tanto en el Bucky mural con en la mesa), una prueba que aporta información volumétrica o 3D de un área determinada del organismo, permitiendo posteriormente que los algoritmos reconstruyan evitando la superposición de estructuras y facilitando la visualización de determinadas patologías, pequeñas fracturas o nódulos pulmonares”, según destaca la directora de la Unidad de Radiodiagnóstico, Marina Álvarez.
Se trata de una gran mejora que ayudará en la toma de decisiones de forma más rápida y precisa ya que “la radiología convencional sigue siendo la prueba de imagen que se realiza con más frecuencia ya que aporta información relevante en multitud de procesos, facilitando el diagnóstico y seguimiento de los pacientes”. Solo durante el pasado año, la unidad realizó más de 350.000 estudios de radiología convencional de diferentes localizaciones.
Versatilidad y ergonomía
Dos de las grandes ventajas del nuevo equipo es su versatilidad y ergonomía, que permiten realizar estudios de forma rápida y con alta calidad de imagen en cualquier zona anatómica (tórax, abdomen, extremidades o columna, entre otras). Para ello, cuenta con accesorios que realizan telemetrías de columna o de miembros inferiores, ofreciendo una visualización completa de toda la columna o de ambos miembros inferiores completos en una sola imagen. Dispone también de un doble detector digital para la realización de estudios en decúbito o bipedestación, así como a pacientes con problemas de movilidad a los que su situación clínica les obliga a desplazarse en cama, camilla o silla de ruedas. En esta línea, el tubo de rayos se ubica suspendido del techo, con railes de desplazamiento en todas las direcciones y posibilidad de angulación, ofreciendo un amplio abanico de posibilidades de movimiento.
Al ser un equipo robotizado, es más rápido, cómodo y fomenta la seguridad del paciente. Para ellos cuenta con más de 1.700 protocolos preconfigurados ordenados por anatomía, proyección y tamaño del paciente, lo que facilita y agiliza el trabajo de los profesionales. Así, el técnico puede programar el estudio, visualizar las características técnicas del mismo y analizar las imágenes obtenidas desde la consola ubicada en la sala de control.
Por último, según destaca la responsable de la unidad, “avanzamos en seguridad del paciente gracias a que el equipo ofrece información sobre la dosis de radiación que va a recibir el paciente, avisando con diferentes colores si el estudio se encuentra dentro de la dosis recomendada y contando con alarmas en caso de que supere un determinado umbral”.