La falta de precipitaciones en la Subbética cordobesa durante los últimos meses ha provocado una situación de la que ya se están resintiendo tanto los campos como los acuíferos de la comarca. Un claro ejemplo de ello es el pantano de Iznájar.
El embalse más grande de Andalucía se encuentra actualmente a apenas un 25% de su capacidad con 250 hectómetros cúbicos de agua embalsada de un total de 981. Pese a que el suministro de agua a la población está garantizado, ello no quita que la actual situación sea delicada después de un periodo estival muy seco.
El pantano iznajeño se encuentra a estas alturas del 2020 con menos agua de la que contenía el año pasado por estas mismas fechas. A mediados de octubre de 2019 se encontraba al 31,29% con 307 hm3, un 6% más del agua que contiene a día de hoy.
La situación contrasta aún más si se compara con la situación del embalse hace ahora diez años. Y es que en esta misma semana, en el año 2010, el embalse contenía más del doble de agua de la que tiene actualmente.
Hace una década, el pantano iznajeño se encontraba al 57% de su capacidad con 559 hectómetros cúbicos embalsados, cifra que contrasta con los 250 hm3 que contiene actualmente.