Las lluvias caídas durante el pasado diciembre y este mes de enero están suponiendo un balón de oxígeno para los acuíferos y los campos de la Subbética cordobesa. El embalse de Iznájar es un claro ejemplo de esta recuperación hidrológica. Y es que el pantano más grande de Andalucía lleva semanas llenándose y se sitúa ya por encima del 40% de su capacidad.
El pantano iznajeño cuenta actualmente con 395 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que supone el 40,2% del total de los 981 hm3 para los que tiene capacidad. La recuperación es más que notable a simple vista. Y es que en el último trimestre ha pasado de contener apenas un 30% de agua a superar ya el 40% y subiendo.
Pese a esta notable recuperación, la situación actual no es tan buena como en otros años. Por ejemplo, el pasado 2019 contenía a estas alturas del mes de enero 547 hectómetros cúbicos y se encontraba a más del 55% de su capacidad, prácticamente 15 puntos más de lo que contiene actualmente.
Si se compra con la media de los últimos diez años, su estado a día de hoy deja en evidencia la complicada situación de sequía que se vivió el pasado 2019. Y es que la media de agua embalsada en la última década es del 65,68% con 644 hm3, muy lejos de la cifra actual en este inicio de 2020.