En los pueblos se vive de una manera especial. Hay localidades en los que parece que el tiempo no avanza. Los vecinos y vecinas, ya sean mayores o jóvenes, se rigen por una serie de costumbres y normas no escritas interiorizadas y normalizadas entre la población. Esta serie de comportamientos sociales convierten a estos territorios en lugares únicos y especiales.
Muchas de estas maneras de actuar o comportarse son prácticamente inalterables en la mayoría de los municipios pequeños de nuestro país. Este artículo pretende ir más allá, destacando esas peculiaridades asociadas a los municipios que integran la comarca de la Subbética cordobesa.
Los peatones tienen prioridad sobre los coches
En ciertos municipios de nuestra comarca, sobre todo los más pequeños, las normas y señales de circulación juegan un papel prácticamente decorativo. Las personas que caminan por la calle no tienen problema en cortar la circulación a su libre albedrio. Ellos son prioridad, y avanzan por donde les venga en gana, tranquilamente y sin prisas, aunque ello suponga la ralentización o total detención del tráfico.
El “Tú de quién eres” ejerce las veces de DNI
En la mayoría de los pueblos de la Subbética ni siquiera hace falta el DNI para identificarte. ¿Cuántas veces has ido por la calle y te han preguntado “¿niño/a, tú de quién eres?”. En ese momento, tu mente pensaba a toda velocidad con el objetivo de recordar el mote o el apodo menos ofensivo de algún miembro de tu familia. Rara es la vez que la respuesta no era un “Yo soy/era muy amigo de tu abuelo/a-tío/a-padre/madre.
Las famosas ‘fake news’ se crearon en los pueblos
Actualmente las ‘fake news’ o ‘noticias falsas’ se han convertido en un problema mundial de primer orden. Lo cierto es que este problema existe en los pueblos desde hace muchísimos años. En los municipios de nuestra comarca, no existen los amigos o amigas del sexo opuesto.
Si quedas para tomar un café, pasear o simplemente tienes un encuentro fortuito con un amigo/a, inmediatamente pasará a convertirse en tu novia/pareja para las personas que tienes alrededor. Tampoco son necesarios los medios de comunicación como canal transmisor de noticias, pues en apenas unas horas en rumor habrá llegado incluso a los oídos de todos los miembros de tu familia.
La feria se convierte en la cita más esperada del año
Para la gente de los pueblos de la Subbética, sus ferias nada tienen que envidiar a las de Sevilla, Jerez o Málaga. Se trata del evento del año por excelencia, esas fechas donde te reúnes con amigos, te bebes hasta el agua de los floreros, y acabas bailando ‘El venao’, ‘Paquito el chocolatero’ o ‘Cachete, Pechito y Ombligo’ junto a la orquesta de turno en la Caseta Municipal.
Hay más procesiones que habitantes
Incomprensiblemente, raro es el fin de semana que no procesiona la imagen de un santo por las calles de la localidad, da igual que sea primavera, verano, otoño o invierno. Más allá de la Semana Santa, la tradición y fervor religioso de sus vecinos hacen de la Subbética un lugar ideal para estar informado de la onomástica de cada santo e incluso ponerle cara tras encontrártelo procesionando al girar alguna calle o plaza.
Las barras de chapa como fiesta por excelencia
A los habitantes de la Subbética les vuelve locos las barras de chapa. Es ver esas piezas enlatadas con la imagen de ‘Gambrinus’ el de la Cruzcampo estampada, y sentirnos atraídos como un imán. Da igual el motivo de la celebración, quién lo organice, el fin de la fiesta o si conoces o no a alguien. Pasarás media noche codo en barra bebiendo cerveza como si no hubiese mañana, hablando con cualquiera y bailando los grandes éxitos de los años 80.
Defenderás los localismos por encima de la RAE
Todos conocemos algunas palabras que sólo se usan o se dicen en nuestro pueblo. La gran mayoría de ellas son localismos sin fundamento gramatical, inexistentes y no aceptadas por la RAE. A pesar de ello, tú las defenderás, las usarás y explicarás su significado cada vez que las expreses en un contexto lejos de tu pueblo.
No has tenido niñez si no te has estrellado con la bicicleta
No has vivido intensamente un verano en la Subbética cordobesa ni no te has estrellado alguna vez con la bicicleta en alguna de las numerosas cuestas con las que cuentan la orografía de los municipios de nuestra comarca. Otro de los factores que mide el grado de disfrute en tu niñez es haber jugado en la calle a juegos como ‘matar’, el ‘bote bote’ o las ‘guerras de globos de agua’ entre barrios.
Ser un ‘bienqueda’ como norma de convivencia
En los pueblos nos conocemos todos y, por lo tanto, es conveniente llevarse bien con todo el mundo. Cada cierto tiempo, es casi una obligación pasarte por los bares o típicas tiendas de barrio para comprar algo y ‘cumplir’ aunque no necesites nada.
Los vecinos son casi de la familia
En los municipios que integran la Subbética cordobesa, los vecinos son mucho más que vecinos. Aquí no vale con un hola y adiós como en la ciudad. Estas personas se convertirán para ti en miembros de tu propia familia. A los vecinos podrás contarle las penas y celebrar los éxitos, sentarte al fresco en las noches de verano, verlos como futuros consuegros o pedirles sal, huevos e incluso que te cuiden a los hijos llegado el momento.
